Performances

Zarabanda afro-andaluza es una ceremonia eco-ancestral para honrar a las personas que resistieron la trata esclavista en Andalucía en torno al río Guadalquivir y otros cuerpos de agua. Casi dos millones de personas negras esclavizadas fueron asesinadas en los viajes y lanzadas a las aguas, también a las del Guadalquivir. Celebrada por primera vez en Sevilla, busca ampliar la memoria histórica desde el artivismo en toda Andalucía.

Un ritual que nace a partir de la investigación de ceremonias celebradas por personas negras esclavizadas en Andalucía durante los siglos XVI y XVII. Diversos investigadores han demostrado que durante el período de la trata se resistía a través de la música en celebraciones religiosas tildadas como paganas y obscenas por emanar de corporalidades negras.

Ceremonia eco-ancestral

El río como vehículo ancestral

El río Guadalquivir tiene una historia muy profunda relacionada con la ancestralidad negra y la trata de sus cuerpos. Era en este río fluvial donde navegaban los barcos esclavistas para proveer a la población blanca andaluza y permitir el desarrollo y acumulación de diversos capitales hasta hoy.

A pesar de esto, muchas cosmovisiones negras conciben el agua como vía espiritual a dioses y ancestros. En el mundo espiritual, el agua tiene un babaje de almas muy profundo con el que es fundamental reconectar desde una perspectiva no-occidental.

El altar

En la ceremonia se monta un altar con ofrendas a las personas antepasadas en la orilla del Guadalquivir. Esta práctica es una muy recurrida por poblaciones afrodescendientes de Brasil y el Caribe. Las dos regiones del continente americano donde más traficaron personas africanas durante más de tres siglos. En el altar, se pueden colocar objetos como fotos de antepasados, flores, frutos y comida que hagan posible la elevación espiritual.
La letanía a la Virgen de los navegantes o mareantes es una performance, de ritual decolonial escrito por 4 personas racializadas, que expone en plegarias el expolio y explotación histórica de España. El cuadro de la virgen, patrimonio católico ubicado en el real alcázar, del cual se dice que el más antiguo en Europa, es un símbolo que legitima la colonización. En una ciudad como Sevilla, donde las vírgenes toman tanta importancia social y sentido de pertenencia, incluso entre jóvenes, personas racializadas denunciamos esta naturalización del coloniaje y esclavitud. Esta performance fue hecha por primera vez en la orilla del río Guadalquivir. Cuerpo de agua crucial para el expolio de Abya Yala y la trata de personas negras esclavizadas.

Mirada crítica a la industrias
del turismo y de la cinematrografía

Fly to Burundanga surge de la investigación de carteles publicitarios para viajar al Caribe, donde recogen imágenes exotificadoras de elementos culturales de personas afrodescendientes en territorios isleños y costeros, profundamente trastocados por la colonialidad y plantaciones esclavistas. La industria cinematográfica a su vez ha reproducido estas lógicas de banalización sobre el Caribe y sus gentes, proyectándoles como objetos de consumo y ocio esencialista.

La imagen cristalizada del caribe fundamentada en el mito colonial de aventuras, piratas y mujeres afrodescendientes con frutas en la cabeza, hombres negros tocando tambores impacta de manera omnipresente las identidades caribeñas. Los anuncios publicitarios del turismo internacional han sido popularizados por los estereotipos sobre estos territorios y su gente negra. Ser caribeño y antillana siembra en sí una disociación crónica entre la mirada del turismo blanco de países del norte global y la propia construida a partir de la historia moderna-colonial.