La letanía a la Virgen de los navegantes o mareantes es una performance, de ritual decolonial, que expone en plegarias la justificación de la colonización y esclavitud.
En una ciudad como Sevilla, donde las vírgenes toman tanta importancia social y sentido de pertenencia, incluso entre jóvenes, personas racializadas denunciamos esta naturalización del coloniaje y esclavitud ubicada en el patrimonio colonial: Real Alcázar, antigua Casa de la Contratación.
Esta performance fue estrenada en la orilla del río Guadalquivir. Cuerpo de agua crucial para el expolio de Abya Yala y la trata de personas negras esclavizadas.
acerca de
Una virgen colonial
El Real Alcázar de Sevilla fue la antigua Casa de la Contratación. Institución colonial encargada, a nivel de toda España, de gestionar y regular el extractivismo de territorios en Abya Yala (América y sus Antillas) y transporte marítimo a las colonias españolas.
La virgen de los navegantes está representada en este cuadro ubicado en el Alcázar de Sevilla. Es el símbolo por excelencia de este edificio y el legado colonial y esclavista español. En la obra la virgen se alza sobre los mares, para proteger a los barcos y las gentes responsables de las invasiones. En el cuadro, aparecen cobijados por la virgen: Fernando II de Aragón y el emperador Carlos, junto a Cristóbal Colón, Américo Vespucio y uno de los Hermanos Pinzón. En el fondo, casi a penumbras, están las personas originarias de estos territorios.
Mirada crítica a la industria del turismo y cinematrográfica
Fly to Burundanga surge de la investigación de carteles publicitarios para viajar al Caribe, donde recogen imágenes exotificadoras de elementos culturales de personas afrodescendientes en territorios isleños y costeros, profundamente trastocados por la colonialidad y plantaciones esclavistas. La industria cinematográfica a su vez ha reproducido estas lógicas de banalización sobre el Caribe y sus gentes, proyectándoles como objetos de consumo y ocio esencialista.
La imagen cristalizada del caribe fundamentada en el mito colonial de aventuras, piratas y mujeres afrodescendientes con frutas en la cabeza, hombres negros tocando tambores impacta de manera omnipresente las identidades caribeñas. Los anuncios publicitarios del turismo internacional han sido popularizados por los estereotipos sobre estos territorios y su gente negra. Ser caribeño y antillana siembra en sí una disociación crónica entre la mirada del turismo blanco de países del norte global y la propia construida a partir de la historia moderna-colonial.