Tres elementos para el proceso creativo de un collage

Confesión de una artista negra-caribeña-migrante

Como mujer afrodescendiente del Caribe hispanizado, reconozco que el poder de las imágenes ha penetrado mis experiencias y memorias. Estas memorias han estado desbordadas por no encajar con los valores dominantes de los sistemas coloniales, racistas, heteropatriarcales instaurados en el territorio donde crecí. Desde pequeña, las imágenes siempre fueron sugestivas o sugerentes. Aparentemente inofensivas. No tanto ya por la infrarrepresentación de cuerpos negros en medios convencionales de comunicación, sino por el bienaventurado blanqueamiento de los mensajes transmitidos en ellos. 

Evidentemente, las personas negras no disfrutamos de una amplia representación en cualquier medio de comunicación del mundo occidental. Esto no debe ser rebatido con las recientes producciones audiovisuales internacionales con inclinaciones de tokenismo o fetichización. Mi preocupación, al menos hoy por hoy en 2024, es no quedarme callada ante las superestructura de dominación culturales. Las imágenes sugerentes que trastocaron mi infancia, adolescencia y presente encaran narrativas de poder que me interesan reflejar en los collages que hago. Los tres elementos indispensables para mi proceso creativo podrían describirse de la siguiente forma:

Las memorias del cuerpo socializado como mujer, negra de la periferia de la periferia (dos veces periferia) caribeña son atravesadas por experiencias de resistencia, alegría y dolor subjetivos que me hacen reaccionar de determinada forma ante las imágenes, sonidos, olores y sentires hacia cosas y situaciones. Este conjunto de experiencias se guardan en mi mente, pero también en mi alma. Memorias que me constituyen. Al pasar de los años, migrar y entrelazar esas memorias con experiencias emergentes en España me hacen sentipensar entrelazandolo todo.

Así como la obra Cosecha salvaje de sangre: mucho después: paradojas de las desmemorias, he sentipensado en la experiencia de haber ido al archivo de mi pueblo en Puerto Rico y haber descubierto que soy descendiente de personas esclavizadas. En el momento de crear este collage analógico sentipensé en la espera de nosotros afrodescendientes con necesidad de la conexión ancestral. Sentipensé en todo ese dolor que atravesaron mis ancestras para el desarrollo de las élites blancas de mi país y región (y también en Europa) para la paradoja de la desmemoria de ello… Sentipensé en la cosesha tan brutal de sangre y esclavitud que germinó las desigualdades que nos atraviesan hoy a los cuerpos afrodescendientes esperando justicia histórica. En definitiva, el proceso creativo de hacer un collage para una mujer negra caribeña y migrante parte siempre desde estos tres elementos. 

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