La bomba de Puerto Rico: el arte de la resistencia afrodescendiente

En Puerto Rico, la tradición del arte de la resistencia afrodescendiente es la bomba. La bomba puertorriqueña es un género musical que nace de las poblaciones afro en el seno de la cultura opresora de la plantación. Se llama de esta forma porque tiene la misma denominación que los dos tambores principales que se usan para marcar los pasos de quien baile. Estos, originariamente, eran barriles del ron que salía de la caña de azúcar sembrada por las personas negras esclavizadas. Algunas conspiraciones de sublevación contra los esclavizadores surgieron en durante las fiestas de bomba en diversos pueblos. Ante esto, el gobernador español Miguel de la Torre intentó dominar las mismas mediante el Reglamento de Esclavos de Puerto Rico del año 1826.

Aunque Puerto Rico es la más pequeña de las Antillas y pareciera no tener muchas variaciones culturales, la verdad es que cada pueblito tiene su pasado situado. La resistencia de la bomba no se da igual en todo el país. Es por esto que la bomba como género musical tiene muchos estilos. Los estilos de la bomba se suelen identificar la mayoría en dos bloques: los de pueblos del sur y y los del norte.

Tras la colonización española emigraron muchos cuerpos blancos durante siglos, principalmente de Cataluña, Canarias y Andalucía. Algunos migraron para ser amos de cuerpos negros en las costas y establecer sus ingenios azucareros, mientras que otros al interior de la isla grande del archipiélago donde está el campo inmenso y les llamaron jíbaros. Es por esto que hay una concentración amplia de población afrodescendiente en las costas de Puerto Rico. 

Ahora bien, en la costa norte del país habitaban más personas negras cimarronas (personas negras que se escapaban de los amos). Existió, de hecho, por muchos años en Puerto Rico la disposición legal de que las personas negras esclavizadas que se escaparan de las colonias del Caribe no españolas eran declarados libres al llegar al país. Así se formó el poblado de Loíza, que popularmente se asocia a la bomba. su

Los Ayala. Obra del artista Samuel Lind.

Los estilos del norte suelen ser más rápidos. Algunos de estos son: 

  • Sicá – es uno de los estilos más populares a nivel nacional porque un grupo llamado Cortijo y su combo durante la década de los años 50, comercializó por primera vez este género musical 
  • Cuembé – Ritmo parecido al Sicá, pero con un golpe adicional
  • Holandé – Ritmo rápido, parecido en algunos golpes a la plena de Puerto Rico
  • Seis Corrido – Ritmo rápido y fuerte, también de los más populares por ser del pueblo de Loíza
  • Hoyo Mula –parecido al seis corrido pero un poco más lento pueblos de los pueblos de Canóvanas y Carolina
  • Yubá –Ritmo en compás de 6/8 
  • Corvé – Ritmo rápido pero a 6/8 como el Leró y el Yubá, también del pueblo de Loíza

En contraste, estos son algunos estilos de los pueblos del sur de Puerto Rico: 

  • Belén – Ritmo lento usualmente usado para temas melancólicos
  • Cunyá – Ritmo donde predominan los golpes graves del tambor
  • Guembé – Casi igual que el Cuembé del norte, pero más lento
  • Leró – Parecido al Yubá del norte, pero con un golpe adicional

Adicional a estos, hay otros estilos que utilizan estos patrones rítmicos pero que son algo diferentes a la hora de bailarse y/o cantarse como el Paulé, Gracimá, Cocobalé, Danué y Calindá e incluso otros. Pueblos como Ponce, Guayama, Arroyo y otros tuvieron una alta población negra esclavizada y también los estilos de la bomba de esta zona son más lentos. Además, en el sur, las mujeres suelen tomar el rol del cante. Anteriormente, vimos como en el norte habiendo más cimarronería los ritmos son más rápidos, mientras que en donde más esclavizaciones había los ritmos son más lentos. ¿Tendrá este hecho histórico algo que ver con las formas de compases de la bomba? 

Fuentes: 

Baralt, G. A. (1985). Esclavos rebeldes: conspiraciones y sublevaciones de esclavos en Puerto Rico. Huracan.

2020 La danza de la insurrección, para una sociología de la música latinoamericana, Textos reunidos de Ángel G. Quintero Rivera (1977 – 2017) Buenos Aires: CLACSO, serie Legados, 2020, 527 pgs.

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